10/10 ¿Por qué están ellos todavía ahí?

Hace poco recibí un mensaje de un gran amigo mío, él ha sido testigo en muchas ocasiones de las injusticias que se pueden ver a lo largo de la vida. El les llama basura humana y yo respondo insensibles y él me dice que son miserables. Hay una delgada línea en la cual delimitan el poder de unos pocos versus los sueños de muchos. No se trata de reclamo, no se trata de leer, no se trata de pensar, simplemente se trata de observar, sí observar lo que hay en nuestro alrededor.

Mientras que por un lado te dicen OBSTÁCULO DE LA SOCIEDAD por otro lado tienes que mendigar por un NÚMERO. Siento tristeza por aquellos que hicieron eso, le decimos MÍSEROS.

¿Y si nos ponemos a pensar mejor? Tiene razón aquel amigo mío, son BASURA HUMANA. Mientras creemos que todo anda bien un número te puede cambiar la vida, así es solo se trata de números, puedes valer un 8, un 7 y si usas falda simplemente vales un 10/10. Solo ven números, y es que no están condicionados para ver sentimientos, para eso no les da la raza como se diría acá en el vulgo. Muchas veces uno dice SECRETO A VOCES pero mejor nos hacemos los sordos. Todo es tan simple como borrar y poner un número. Vas a un banco y si quieres hacer un préstamo te revisan cuanto es tu flujo de números, pones la gasolina y te dicen 2, 3, 5, 10, pon el tanque lleno y se acabó. Lo que pasa es que tengo 59%, no puedes te dicen lo mínimo es 60%. Nos enseñan cosas que saben perfectamente que no sirven para nada.

Cuando te das cuenta simplemente no estás, pero te das cuenta que las cosas que has hecho no sirven para nada, o tal vez si sirva, pero en otro lado, este no es el de nosotros, antes me interesaba ahora no, y no me interesa, hasta ese punto se llenó de rencor mi humildad, pero cada día trato de limpiarla. Ya no soy el mismo, ahora soy mejor. De repente sonrío y recuerdo estas palabras: enquistados, la misma mierda con diferentes moscas, miserables, HP (Y no es mi impresora) porquería, y así podría seguir…

Estoy seguro de que en algún día no muy lejano aquellos numeritos cambiaran la historia, no falta mucho. Y ese día seré yo el que diga “ese no es mi problema”, espero poder ayudarlos cuando los vea, que quede claro que estoy siendo hipócrita eso lo aprendí de ustedes y solo lo haré con ustedes, gracias. Hasta pronto.

A veces me pregunto, con tanta gente buena que hay, ¿Por qué están ellos todavía ahí?