Aunque la vida de Violet Jessop no fue fácil, no hay duda de que debió sentirse una persona afortunada al lograr sobrevivir a los naufragios de dos famosos buques de la White Star Line: el RMS Titanic, en 1912, y el HMHS Britannic, en 1916. También iba a bordo del tercer barco de la clase olímpica de la White Star Line, el Olympic, pero, por fortuna, éste consiguió volver a puerto sin que se lamentasen pérdidas humanas.
Violet Jessop, hija de William y Katherine Jessop, emigrantes irlandeses que vivían en Argentina, era la mayor de nueve hermanos. Tres de ellos fallecieron durante la infancia y Violet estuvo gravemente enferma de tuberculosis. A pesar de las predicciones del médico, que le vaticinó sólo unos meses de vida, la pequeña consiguió restablecerse.
Años después, murió su padre y la familia decidió regresar a Gran Bretaña. La madre tuvo que abandonar el hogar para trabajar como camarera en diferentes compañías navieras. Violet se hizo cargo de su hermana pequeña y comenzó a asistir a una escuela en Kent, dirigida por monjas. Sus cuatro hermanos varones fueron enviados a un orfanato. Cuando la madre enfermó, Violet tuvo que renunciar a su educación: ella era la única que podía sostener económicamente a la familia.
En 1908, con 21 años, comenzó a trabajar en la Royal Mail. Decidió seguir los pasos de su madre, a pesar de que el trabajo era muy duro, de unas 17 horas al día, y el sueldo muy pequeño, algo más de tres libras mensuales.
Al principio tuvo dificultades para encontrar trabajo en los buques debido a su belleza y a su juventud (la mayoría de las camareras en aquellos tiempos eran más mayores). Y es que, según ella misma declaró en una entrevista años más tarde, su atractivo podía causar problemas entre la tripulación y los pasajeros. Mencionó que en un viaje recibió tres propuestas de matrimonio de los viajeros, una de ellas de un adinerado pasajero de primera clase.
En 1910 empezó a trabajar para la White Star Line. Fue contratada para formar parte de la tripulación del Olympic, que en su tiempo se convirtió en el barco más grande del mundo, título que perdió a favor del Titanic y que reobtuvo tras el hundimiento de éste. El Olympic era también un barco muy lujoso, tenía hasta baños turcos y su mobiliario, ebanistería y decoración eran magníficos. En primera clase había más servicio que pasajeros, pero esta proporción se invertía según se bajaban niveles.
Violet se encontraba a bordo del Olympic el 20 de septiembre de 1911, cuando el buque, cerca de la Isla de Wight, chocó con el crucero británico HMS Hawke. El capitán del Olympic era E. J. Smith, quien estuvo más tarde al mando del Titanic. Aunque es una cuestión controvertida, parecer ser que el Olympic fue responsable del accidente. Por suerte, los dos barcos soportaron bien el impacto y lograron regresar a la costa sin que hubiera que lamantar ninguna pérdida humana.
Aunque estaba contenta trabajando en el Olympic y no tenía intención de formar parte de la tripulación del Titanic, sus amigos y familiares la convencieron para que formase parte de la tripulación de un barco tan importante como aquel, que superaba al Olympic en adelantos tecnológicos y belleza. Le aseguraron que trabajar allí sería una experiencia maravillosa para ella.
Finalmente, subió al RMS Titanic el 10 de abril 1912 y cuatro días más tarde, el 14 de abril, a las 11:40 PM el Titanic golpeó un iceberg y comenzó a hundirse. De sus 2227 pasajeros sólo 705 sobrevivirían, entre ellos se encontraba Violet.
Jessop describió en sus memorias las horas angustiosas que vivió mientras el barco se hundía en las aguas del Atlántico Norte y cómo logró ponerse a salvo en el bote salvavidas número 16.
Violet dormía cuando el Titanic chocó contra el iceberg. Según ella declaró:
Me ordenaron que subiera a cubierta. De manera calmada, los pasajeros caminaban. Me reuní con otras camareras, mirando a las mujeres que abrazaban a sus esposos antes de ingresar a los botes con sus hijos. Un poco después, un oficial del Titanic nos ordenó que abordáramos el bote, en un primer momento, a efecto de mostrar a las mujeres que era seguro. A medida que el bote descendía, un oficial me dijo: ‘Señorita Jessop, tenga. Cuide a este bebé’. Y me arrojó un bulto al regazo.
Fue testigo del naufragio y, después de permanecer en el bote ocho horas, fue rescatada, junto al resto de los sobrevivientes, por el Carpathia.
Imagen del bote 16 del Titanic, al que subió Violet
Todavía estaba apretando fuertemente al bebé contra la base del salvavidas que traía puesto, cuando una mujer se acercó y tomó al bebé y corrió con él.
Al parecer, la madre colocó al bebé en el suelo de la cubierta del Titanic para recoger algunas cosas y cuando regresó no lo encontró.
Yo tenía mucho frío y estaba demasiado aturdida para pensar en lo extraño que fue el que esa mujer no se detuviera para decirme “gracias”.
La identidad del bebé nunca se conoció pero Jessop declaró que muchos años después, poco antes de su jubilación, una noche recibió una llamada telefónica de una mujer que alegaba ser el bebé que salvó del naufragio del Titanic. La voz preguntó si ella cuidó un bebé en esa terrible noche. Violet le respondió que así era y la voz le replicó: “Bueno, yo soy ese bebé”, se rió, y luego colgó.
En la imagen superior aparecen 13 de las 23 mujeres, pertenecientes a la tripulación del Titanic, que sobrevivieron al hundimiento. La tercera de la izquierda es Violet Jessop.
Más tarde, sirvió como enfermera de la Cruz Roja Británica durante la Primera Guerra Mundial y, aunque resulte difícil de creer, se encontraba a bordo del buque-hospital Britannic cuando se hundió en el Mar Egeo el 21 de noviembre de 1916, después de colisionar, al parecer, con una mina colocada por un buque alemán.
El Britannic era aún mayor que el Titanic, 48.000 toneladas, lo que permitió que se instalaran en él 3.300 camas hospitalarias.
Las leyes de la guerra exigían que los submarinos respetasen a los barcos-hospital si cumplían determinadas normas. En concreto, no podían llevar ningún tipo de refuerzos o suministros, ni siquiera personal sanitario para las unidades militares.
Según Violet:
De repente, oímos un ruido ensordecedor. Todo el salón se levantó de sus asientos… Me trajo recuerdos no tan distantes de la noche aciaga del Titanic.
No se sabe con certeza qué ocasionó el hundimiento del Britannic, si fue un torpedo o una mina. Según el Times de Londres, los alemanes querían hundir el Britannic no por razones militares, sino para eliminar competencia en las líneas trasatlánticas de lujo, cuando finalizase la guerra.
El Capitán Bartlett, al mando del Britannic, trató de acercar la nave a la isla de Kea, pero en 55 minutos el buque se hundió. Violet recordaría en sus memorias la horrible muerte de 30 miembros de la tripulación, cuyos cuerpos fueron despedazados por las hélices del barco al atraer los botes salvavidas que ocupaban. Afortunadamente, el buque no llevaba heridos y se evitaron más desgracias personales.
Violet estuvo a punto de ser arrastrada también a las hélices pero saltó al mar, se golpeó con la quilla del barco y se fracturó el cráneo. Cuando se sumergía, alguien cogió su brazo y tiró de ella hacia un bote salvavidas. La suerte la acompañó de nuevo.
Violet se casó con un marino, divorciándose un año más tarde. Trabajó de camarera y enfermera en alta mar durante 42 años y en 1950 se retiró a vivir a una casita de campo, en Great Ashfield, Suffolk. Allí se convirtió en granjera, como lo había sido su padre en Argentina, y disfrutó de una apacible vida criando gallinas, cuidando su bonito jardín y recordando las grandes aventuras que las duras circunstancias de su vida la obligaron a protagonizar.
Fuente y agradecimientos: http://www.ovejaselectricas.es/?p=1291
ES INCREIBLE como sta mujer se salva 2 vces de estas terribles tragedias de la historia.. sin duda violet jessop tiene suerte