Werner Kleeman huyó de Alemania en 1939, después de haber sido recluido en el Campo de Concentración de Dachau.
Desembarcó en Normandía el “Día D” (6 de junio de 1944) como soldado del ejército de EEUU, y regresó a su pueblo natal en Alemania para detener a los nazis que le habían perseguido a él y a su familia.
Kleeman fue el tercero de cinco hijos de un exitoso comerciante de grano en la aldea bávara de Gaukoenigshofen. Era un colegial cuando Hitler llegó al poder en enero de 1933.
A los 14 años fue expulsado de la escuela en virtud de las leyes raciales nazis, que negaban la educación a los judíos. En 1936, la empresa familiar fue destruida y su padre quedó arruinado.
Werner y su hermano Siegfried decidieron abandonar Alemania. La tarde del 9 de noviembre de 1938 fueron a Stuttgart para completar el papeleo de sus visados de salida.
Pero esa noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 ocurriría uno de los hechos más aciagos de la historia de la humanidad. Es conocida como la noche de los cristales rotos, donde miles de judíos de toda Alemania y Austria fueron detenidos e internados en campos de concentración; otros fueron golpeados hasta la muerte; más de 1.500 sinagogas, tiendas negocios y almacenes judíos fueron destruidos. Era el paso previo para el inicio del Holocausto.
Mientras su hermano Siegfried huye a Suiza, Werner decide volver a su aldea, y comprueba como su casa, la Sinagoga y los comercios judíos han sido destrozados en pedazos. Todos los judíos del pueblo, incluidos sus otros hermanos, habían sido detenidos.
Allí fue reconocido por un miembro del partido nazi y enviado al Campo de Concentración de Dachau.
En enero de 1939 fue liberado gracias a la intervención de un familiar y porque le fue concedido el visado de salida que había tramitado meses antes en Stuttgart.
Huyó a Holanda y, a través de Inglaterra, llegó a los EEUU.
No olvidó el horror vivido en Alemania, así que decidió volver allí.
En julio de 1942 se alistó al ejército norteamericano como intérprete y soldado de la Cuarta División motorizada, desembarcando en Normandía la noche del 6 de junio de 1944 en la segunda oleada de la playa de Utah.
Luchó a través de Francia y Bélgica, y el 12 de septiembre de 1944 cruzó la frontera alemana.
Tras meses de combate, pocos días después de la rendición de Alemania (mayo de 1945) regresó a su aldea. Un vecino le comentó que todos los judíos habían sido deportados a Campos de Concentración, y que nada más se supo de ellos.
Werner señaló allí mismo y ayudó a detener a todos los funcionarios y miembros del partido nazi que habían perseguido a los judíos de su aldea, incluido el hombre que le envió al Campo de Concentración de Dachau.
"No fue venganza tanto como justicia. Seis millones de judíos murieron en el Holocausto. Este solo era un pequeño acto, pero también es importante”
Son palabras del propio Werner Kleeman, que publicó en 2007 el libro “De Dachau al Día D”, en el que refleja sus recuerdos. Hasta ahora había permanecido en silencio.
Fuente y agradecimientos: http://aldea-irreductible.blogspot.com/2008/12/el-judo-que-huy-del-holocausto-y-regres.html
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