Cuestionan el origen de Muerte de un Miliciano - Robert Capa

El profesor del Departamento de Comunicación Audiovisual de la Universidad del País Vasco, José Manuel Susperregui, comenzó un debate sobre el origen y la manera en que la famosa fotografía de Robert Capa, “Muerte de un miliciano”, fue tomada.

Según Susperregui, la imagen que es ícono de la Guerra Civil española no fue capturada en Cerro Muriano sino que en una pequeña localidad llamada Espejo en donde en ese entonces no había ningún tipo de enfrentamiento armado.

Publicada en el año 1936 en la revista francesa “Vu”, Richard Whelan, quien fue el biógrafo encargado de definir el origen confirmó que “Federico Borrell murió el 5 de septiembre de 1936 en Cerro Muriano, quienes le conocieron lo habían identificado en la imagen y Capa estaba allí, no había dudas“.

Otro de los cuestionamientos del profesor es que la fotografía no fue tomada con la cámara Leica de Robert Capa sino que con la Rolleiflex de su novia, Gerda Taro, debido a la posición distinta en contrapicada entre algunas imágenes también tomadas en la serie.

Un estudio cuestiona la foto de Capa sobre la Guerra y la sitúa en Espejo

No parece que ni ésta ni ninguna de las teorías que vinieron antes y vendrán después vaya a quitar a esta poderosa imagen su carácter de icono de la Guerra Civil española ni su fuerza expresiva, pero las dudas de la autenticidad vuelven a sobrevolar sobre «Muerte de un miliciano», la fotografía en la que Robert Capa resumió el horror de la contienda fratricida.

José Manuel Susperregui, profesor del Departamento de Comunicación Audiovisual de la Universidad del País Vasco, acaba de publicar un libro titulado «Sombras de la fotografía» en el que dedica un capítulo a la legendaria imagen y concluye que es una fotografía posada (no una muerte real), que quien aparece en ella no es el miliciano de Alcoy Federico Borrell, como se creía, y sobre todo que la fotografía no se tomó en Cerro Muriano, sino en otro punto de la provincia de Córdoba: Espejo, por donde el reportero había pasado en el verano de 1936, unas semanas antes de su llegada a Sierra Morena.

El biógrafo de Capa, Richard Whelan, la situó en Cerro Muriano y hasta ahora no se había cuestionado. La imagen se publicó por primera vez en la revista francesa «Vu» el 23 de septiembre de 1936 junto a otras instantáneas. Una de ellas mostraba a otro miliciano cayendo casi en el mismo lugar y otras reflejaban a familias huyendo de la guerra. Una de estas últimas, obra del fotógrafo Reisner, mostraba una referencia (un poste telefónico y una vía del tren) que la permitía localizar en Cerro Muriano y por extensión se ubicó allí toda la serie. «Si Federico Borrell murió el 5 de septiembre de 1936 en Cerro Muriano, quienes le conocieron lo habían identificado en la imagen y Capa estaba allí, no había dudas», dice el investigador.

La identificación del paisaje

«Muerte de un miliciano», como afirma el profesor, no aporta información sobre su ubicación, fuera de una tierra cubierta con rastrojos y un paisaje al fondo, pero en 2007 aparecieron nuevas fotos relacionadas con ella. En una había otro miliciano ya muerto sobre un campo de rastrojos y al fondo se ve un sembrado con la misma forma triangular que en «Muerte de un miliciano» y unas montañas. Esto permitía, según el profesor, demostrar que ambas imágenes se habían tomado en el mismo lugar, pero también daba más información sobre el paisaje.

Y la cuarta imagen: un grupo de milicianos disparando. El paisaje de montañas, con el blanco perfil de la Sierra de Cabra, es el mismo. José Manuel Susperregui cotejó el paisaje que se ve en las imágenes con el del lugar en que se piensa que se tomaron las fotografías, en Cerro Muriano y asegura que no es el mismo.

Según sus indagaciones, este paraje se ubica en Espejo, en el paraje conocido como Llano de Bandas, ahora transformado en olivar. El estudio recuerda que Robert Capa estuvo en Espejo a finales de agosto o comienzos de septiembre de 1936, lo que lleva al profesor a concluir que la foto se debe datar en otro lugar, en otro momento y que no es Federico Borrell, quien jamás estuvo allí.

El profesor asegura además que la fotografía no se hizo con la célebre cámara Leica de Robert Capa, sino con la Rolleiflex de su novia, Gerda Taro, dada la diferencia de proporción entre una máquina y otra. De la comparación de los dos milicianos muertos obtiene que se hicieron desde el mismo lugar, pero la primera, la más conocida, es una contrapicado y la segunda no, lo que le lleva a pensar que aquélla se realizó utilizando un trípode y que por lo tanto fue escenificada, y no real, lo que ya habían notado quienes echaban en falta en los negativos fotos del cadáver del miliciano. Si se hizo en Espejo, además el pueblo estaba entonces en calma y no había batallas.

Fuente y agradecimientos:  http://www.fotografias.net/15-06-2009/noticias/cuestionan-el-origen-de-muerte-de-un-miliciano-de-robert-capa