Los japoneses tienen una dieta sana, protectora y equilibrada debido a los ingredientes que incluyen en su alimentación, tú también puedes hacerlo.
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La gastronomía japonesa es tan variada que sería injusto limitarla al pescado crudo. Es mucho más que eso. Y ante todo hay una máxima fundamental, disfrutar de la comida, degustar y paladear cada producto, cada sabor. Su filosofía de vida, concentrada en tener paciencia, en no precipitarse al sentarse a la mesa.
Japón tiene una de las tasa de obesidad más bajas del mundo, mientras el sobrepeso asola a los países occidentales. Los habitantes de sus islas no han sucumbido a la comida rápida y continúan disfrutando de la esencia de sus platos bajos en grasas.
¿Por qué las japonesas no engordan?
Carmen Domingo, escritora y periodista, es una entusiasta de la cultura nipona. Ha escrito varios libros sobre ella, el último ¿Por qué las japonesas no engordan?, con el que explica que no ha intentado hacer un manual para adelgazar, sino una "invitación a adoptar una forma de vida inspirada en la gastronomía japonesa".
"Su alimentación está regida por una dieta sana, protectora y equilibrada que potencia el uso de los ingredientes estacionales y se aleja de las comidas preparadas y el exceso de grasas y proteínas", dice.
Comer todo el tiempo
Pese a lo que se pueda pensar, los asiáticos no escatiman ni tiempo ni cantidad en su alimentación. "Mi experiencia me dice que no comen poco, es más diría que están continuamente comiendo. Es conveniente que el estómago esté sin digerir unas dos horas y media, porque si se ingiere de forma continuada no se le da el descanso pertinente. Pero si se distribuyen las comidas de forma que nos alimentemos más de tres veces al día, se aprovechan las propiedades de los alimentos y se engorda menos", dice la autora del libro.
Domingo afirma también que dar a cada espacio su tiempo contribuye a tener una alimentación de calidad. "No se puede ir picando de lado a lado, comer un bocadillo en lugar de sentarse, disfrutar de la comida con tranquilidad es más beneficioso". Esta es una de las máximas principales de la alimentación zen.
Otro aspecto que señala como importante en los japoneses es que comen despacio, y hacerlo con palillos es uno de los elementos que contribuyen a mantener ese sosiego.
Un poco de todo
"Si tenemos en cuenta las reglas de la gastronomía shojin ryori que practican los monjes budistas, es conveniente también reducir la ingesta de líquidos durante las comidas, aprovechar las frutas y verduras de temporada y tener en cuenta que los cereales son indispensables en la alimentación, bien cocidos o crudos", comenta la escritora.
Según Carmen Domingo comer demasiado acelera el envejecimiento celular, ya que durante la digestión nuestro cuerpo produce radicales libres. También cuenta el caso de la isla de Okinawa donde sus habitantes, sin seguir un régimen restrictivo, comen menos calorías que la mayor parte del mundo desarrollado, aunque nunca menos de las necesarias. Todo consiste en hacer una buena selección de los alimentos y cocinarlos adecuadamente.
Alimentos naturales
La experta desconoce qué productos pueden retrasar el envejecimiento celular, "pero sí es cierto que la soja o las infusiones contribuyen a controlarlo. Comer verduras casi sin cocinar también ayuda. Ingerir los productos de la manera más natural posible, en lugar de prepararlos muy cocinados o adquirir los elaborados de manera industrial, es lo más idóneo".
El pescado es una parte principal de la alimentación japonesa, gracias a él pueden conseguir las proteínas necesarias. La aportación de ácidos grasos omega 3 es fundamental en la dieta: el atún, salmón, caballa, sardinas o calamares, contienen una importante cantidad.
La mejor energía, al decir de Domingo, proviene de las legumbres, cereales y pasta integrales y de los productos elaborados con ellos y no con harinas refinadas. "Es importante incluir diariamente alimentos con flavonoides, que protegen nuestros tejidos de la degeneración, como las cebollas, cítricos, manzanas, uvas o productos de soja", comenta.
"El calcio, además de prevenir la osteoporosis facilita la pérdida de peso, los lácteos como el queso, yogur o leches descremadas, no deben hacernos olvidar el calcio vegetal que encontramos en el brócoli o berro, o el que encontramos en el de origen animal como las sardinas y pescados enlatados", explica la experta.
También indica que las carnes rojas no deben faltar una vez por semana, así como los huevos, aves e incluso dulces.
Tomar té
Y para terminar, nada mejor que un té en lugar de café. Carmen Domingo explica que el té, en el especial el té verde, contiene unas propiedades muy beneficiosas para la piel y el organismo. "En general casi todas las infusiones. En Asia están muy acostumbrados a consumirlas. Ayudan a que el organismo depure mejor y para que el tránsito intestinal sea más fácil. El té verde, en concreto, tiene unas propiedades específicas muy beneficiosas, pero no siempre gusta, en ese caso, lo mejor es decantarse por otra infusión, pero no por un café o un refresco".
"Si además de prestar atención a la alimentación se tiene en cuenta el ejercicio, como caminar o montar en bicicleta, se encontrará un equilibrio ideal. También gracias al chi kung podemos redistribuir la energía del cuerpo tanto física como psicológicamente, para encontrar el equilibrio que le falta", concluye Domingo.
Fuente y agradecimientos: Mujer de élite
Desconocía este aspecto de lo saludable que pueden ser este tipo de alimentos. Comenzaré a llamar más seguido al delivery de comida japonesa, no?