Un nuevo inquisidor ha llegado a la ciudad

Hasta Gustave Courbet (pintor francés, fundador y máximo representante del realismo) parece jalarse de las mechas por tan disparatada disposición que atenta contra la libertad de expresión

Vía: Wikipedia

Enigma - Mea culpa Part II (Orthodox Version)

¿El cuerpo humano puede ser catalogado como una obra maestra digna de ser exhibida? ¿La ilustración explícita del acto sexual puede ser considera una fuente de inspiración para los artistas? ¿A todo esto se le puede llamar arte? Muchas personas familiarizadas con la prosa lasciva de ciertos escritores prohibidos me dirán que sí, el antiquísimo arte de amar, la habilidad de hacer coincidir los bordes cóncavos y convexos de los sexos opuestos, hermosas piezas dispares que juntas vibran en total armonía. Otros más puritanos y adictos a las promesas de castidad protestarán airados afirmando que el cuerpo es un templo sagrado que merece ser respetado y toda forma de exhibición debe ser condenada al fuego eterno. Torquemada les queda corto! Ay sucios pecadores arrepiéntanse de todos sus pecados pues un nuevo inquisidor ha llegado a la ciudad.

Melvin Hoyos, director de Cultura del Municipio de Guayaquil

Vía: El Universo

El origen del mundo, polémico cuadro realizado por Gustave Courbet en 1866

Vía: Wikipedia

En sus ojos se ciñen dos catalejos especialmente diseñados para observar de lejos e identificar alguna obra escandalosa que ose posar sus pies en el inmaculado Salón de Julio, y su mostacho quevedeño tiembla de ira cuando algún inocente se atreve a decir que un desnudo es una expresión artística, triste destino le depara pues será eternamente exiliado al desierto de los censurados. Sus manos amarillentas de historiador consumado hojean eternamente los añejos libros de historia, queriendo revivir aquellos tiempos donde enseñar un tobillo era motivo suficiente para el escarnio público.

Arrepentiros Pecadores!!!

Vía: Ojo digital

Existen rumores que afirman que en sus noches más febriles, donde la bacteria de la censura hace su máximo daño se le puede ver sumergido en éxtasis mientras abraza alguna figura colonial invocando a los espectros de los curuchupas más recalcitrantes de la época. Ay, Melvin Hoyos! ¿Por qué niegas que este eterno juego de foramen y falo bien representados con dulces trazos definidos en algún lienzo o escultura puede albergar la gracia divina? ¿Por qué deseas regresarnos al tiempo de las enaguas blindadas y cinturones de castidad? ¿Necesitamos la doble moral de la censura al contenido de sexo explícito?



Condenar al ostracismo a los pintores y escultores que prefieren este estilo es perjudicial para una ciudad que adora la piel, el guayaquileño de naturaleza tropical y víctima de los constantes calores de la costa se ve perennemente ahogado por sofocones propios de su sexualidad desinhibida. Al parecer habrá mesura en el Salón de Julio de este año y enanismo sexual gracias al nuevo inquisidor de Guayaquil.



Alegato dentro de la acción de protección iniciada en contra de la censura previa establecida en las Bases del concurso pictórico denominado Salón de Julio, organizado por la Municipalidad de Guayaquil.

El alegato explica en cuatro acápites por qué el Juez Décimo de lo Civil debe pronunciarse en el sentido de que dichas bases constituyen una violación al derecho individual a la libertad de expresión de Andrés Crespo Arosemena así como el de todas las personas de acudir a un espacio público en el que se garantice su derecho de observar o deliberar sobre ellas al tiempo de garantizar de manera idónea los derechos de los niños y adolescentes.

Fuente: Gkill City