La novela en el tranvía (fragmento)

Tranvia

Miguel Monar

Bombay Bicycle Club - You already know

Bombay Bicycle Club - You already know



“Recorriendo con la vista el interior del tranvía, examiné uno por uno a
mis compañeros de viaje. ¡Cuán distintas caras y cuán diversas
expresiones! Unos parecen ni inquietarse ni lo más mínimo de los que van
a su lado; otros pasan revista al corrillo con impertinente curiosidad;
unos están alegres, otros tristes, aquél bosteza, el de más allá ríe, y
a pesar de la brevedad del trayecto, no hay uno que no desee terminarlo
pronto. Pues entre los mil fastidios de la existencia, ninguno aventaja
al que consiste en estar una docena de personas mirándose las caras sin
decirse palabra, y contándose recíprocamente sus arrugas, sus lunares, y
este o el otro accidente observado en el rostro o en la ropa.

Es singular este breve conocimiento con personas que no hemos visto y
que probablemente no volveremos a ver. Al entrar, ya encontramos a
alguien; otros vienen después que estamos allí; unos se marchan,
quedándonos nosotros, y por último también nos vamos. Imitación en esto
de la vida humana, en que el nacer y el morir son como las entradas y
salidas a que me refiero, pues van renovando sin cesar en generaciones
de viajeros el pequeño mundo que allí dentro vive. Entran, salen; nacen,
mueren... ¡Cuántos han pasado por aquí antes que nosotros! ¡Cuántos
vendrán después!

Y para que la semejanza sea más completa, también hay un mundo chico de
pasiones en miniatura dentro de aquel cajón. Muchos van allí que se nos
antojan excelentes personas, y nos agrada su aspecto y hasta les vemos
salir con disgusto. Otros, por el contrario, nos revientan desde que les
echamos la vista encima; les aborrecemos durante diez minutos;
examinamos con cierto rencor sus caracteres frenológicos y sentimos
verdadero gozo al verles salir. Y en tanto sigue corriendo el vehículo,
remedo de la vida humana; siempre recibiendo y soltando, uniforme,
incansable, majestuoso, insensible a lo que pasa en su interior; sin que
le conmuevan ni poco ni mucho las mal sofocadas pasioncillas de que es
mudo teatro: siempre corriendo, corriendo sobre las dos interminables
paralelas de hierro, largas y resbaladizas como los siglos.”

-Benito Pérez Galdós, novelista, dramaturgo y cronista español-

0 comentarios:

Publicar un comentario

Vamos comenta, deja tu impresión, para nosotros es importante conocer lo que opinas del post que acabas de leer, si tienes alguna sugerencia o petición con gusto la tomaremos en cuenta.

 
La Movida © 2011 | Plantilla Dark Edition modificada por Francisco Tama