El Regreso al Mundo de los Vivos de Händel

Händel en su juventud

Seguro que todos la hemos oído alguna vez en nuestra vida. Tal vez haya sido sólo de pasada en una película o en un anuncio de la televisión pero seguro que la hemos escuchado. Y es que El Mesías de Händel y concretamente la parte de su “Aleluya” es una de las piezas de música clásica mas universalmente conocida. Lo que quizás no es tan conocido, es que Händel compuso esta magistral obra tras pasar una temporada en el mundo de los muertos.

Todo comenzó un trece de Abril de 1737 cuando Georg Friederich Händel sufrió un derrame cerebral o como se conocía antes, una apoplejía. A consecuencia de ella a Händel se le paraliza la mitad derecha de su gran cuerpo (era un alemán enorme) y queda postrado en la cama prácticamente inmóvil y con sus facultades mentales seriamente dañadas. Estas fueron las palabras del doctor a la pregunta de si se recuperaría:

“Tal vez podamos conservar al hombre. Al músico lo hemos perdido. El ataque ha llegado al cerebro”

Tras unos largos y penosos meses de postración el doctor recomienda a Händel que pase una temporada en los balnearios de Aquisgran. Aunque la medida es más por sacar al enfermo de su rutina que por la confianza que se pudiera tener en el tratamiento, Händel se tomó muy en serio su recuperación. Pasaba más de nueve horas diarias metido en las calientes aguas termales (y eso que le advertían que más de tres horas podía ser mortal) y a fuerza de baños y voluntad el gran compositor recuperó totalmente todas sus facultades, tanto físicas como mentales. Cuando Händel volvió a Londres y se encontró con su asombrado médico le dijo:

“Hola doctor. He vuelto del Hades (el mundo de los muertos).”

El compositor en su madurez

Después de esto la inspiración volvería al gran compositor pero no así su suerte. Una profunda crisis económica asoló Inglaterra y resultaba muy difícil vender sus composiciones por lo que pronto se vio acosado por las deudas y sus acreedores. Händel se volvió huraño, taciturno y la inspiración le desapareció. Esto le sumió en un estado depresivo hasta que un día alguien llamó a su puerta.

Le traían una carta de Charles Jennens, un poeta que ya había escrito la letra de otras composiciones de Händel y donde le pedía que compusiera una ópera para el texto que le enviaba. Händel, por algún motivo, no se tomó a bien la propuesta y cogiendo el libreto lo rompió y pisoteó. Luego más tarde, cuando ya estaba acostado, reflexionó y algo hizo que se levantara y volviera a donde había tirado la carta. Recogió el primer trozo del suelo y lo primero que leyó le sorprendió: Conmfot ye¡ (consolaos). Siguió recogiendo pedazos y según los iba recomponiendo iban surgiendo palabras que pensaba le hablaban a él… “Fue despreciado y rechazado por lo hombres” “Él confió en Dios… Dios le dará reposo” “Yo sé que mi redentor vivió. Regocijate. ¡Aleluya!”.

C.Jennens, autor de la letra de “El Mesías”

Cuando Händel además descubrió que lo que contaba aquella obra era la vida de Jesús, algo cambió en él. Entró en una especie de trance místico o algo así y comenzó a componer como un loco y lo de “como un loco” no es una forma de hablar. Se encerró en sus aposentos sin querer ver ni hablar con nadie. Apenas dormía y lo poco que comía lo hacía sujetando la comida con una mano y escribiendo al mismo tiempo con la otra. Se le escuchaba gritar y cuentan que sobre todo se le oía decir constantemente !Aleluya¡. Tras pasar así tres semanas, concluyó su gran obra, “El Mesías”.

(NOTA: Tres semanas es un tiempo extremadamente corto para una obra de semejante magnitud. Cuentan que cuando terminó estuvo dormido 17 horas seguidas).

Partitura original de Händel.

La obra pasó por algunos problemas para estrenarse ya que a la iglesia no le parecía bien que un tema tan sagrado se representara en un simple teatro. Finalmente su estreno oficial tuvo lugar el 13 de Abril de 1742 con un enorme éxito y convirtiéndose con el tiempo en la mítica obra que todos conocemos.

Libreto de “El Mesías” de una representación de 1743.

Händel cayó enfermo a principios de 1759 y a pesar de que su deseo era morir el 13 de Abril por ser viernes santo y curiosamente la misma fecha que tuvo su apoplejía y en la que se estrenó El Mesías, su voluntad no se cumplió. Aunque algunos dicen que aquel viernes 13 su alma ya había abandonado su cuerpo, la fecha oficial de la muerte de Händel sería el 14 de Abril de 1759.

Fuente y agradecimientos:  http://historiasconhistoria.es/2008/08/25/el-regreso-al-mundo-de-los-vivos-de-handel.php