Se montó un revuelo considerable. Y los productores de la peli, 20th Century Fox, con la ayuda del FBI, se dedicaron a apatrullar la web para tratar de limitar el daño y dijeron a diestro y siniestro que la copia filtrada no era la versión final de la peli, etc.
En ese momento, un periodista freelance de Fox News (sí, empresa hermana del estudio), un tipo con mucha mala baba y buenos contactos, hizo una crítica de la peli, alardeando de haber visto la copia pirata. Eso sí, su crítica fue buena, buenísima, ponía a "X Men Origins: Wolverine" por las nubes.
Es Roger Friedman, un hombre al que muchos odian. Y, bueno, no tardó en ser despedido por su apología de la piratería.
Ahora Friedman, que ya trabaja para otro medio, ha sacado la artillería pesada porque va a demandar al estudio por despido improcedente.
Para empezar, su abogado ha revelado quien es el presunto culpable de esa filtración, algo que era un secreto a voces en Hollywood, según cuenta Nikki Finke: ¡el mismísimo Rupert Murdoch!
Supuestamente, Rupert Murdoch fue responsable por la filtración de Wolverine online.
Por lo visto, el capo di tutti capi quería ver la peli antes que nadie, estaba en su yate y pidió que le hicieran una copia en DVD.
Bueno, pues el resto, que dicen, es historia: alguien hizo dos copias y la otra acabó en los torrent.
Pero hay más tomate. Roger Friedman echa la culpa de su despido a la todo poderosa Iglesia de la Cienciología. Se habíá metido con ellos directamente y también había criticado pelis de gente como Tom Cruise. Mala idea, parece. Y él señala directamente también a Kelly Preston, la mujer de John Travolta.
Hmm, interesantes trapos sucios...
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