Brian Epstein
También era nativo de Liverpool, hijo de inmigrantes lituanos y quien manejaba el negocio de la familia, una empresa dedicada a los muebles que luego se expandió, adquiriendo el local adyacente donde instalaron un comercio que vendía instrumentos musicales, NEMS (North End Music Stores) donde, casualmente, años antes de conocerse, el padre de Paul había comprado un piano.
En realidad, es allí donde se entera de la existencia de ese grupo que empapelaba las paredes de la ciudad con los afiches de sus actuaciones. Él se llamaba Brian Samuel Epstein y la casualidad, lo convirtió en el manager de los Beatles.
Una de las tantas historias cuenta que un día, un cliente entró en su tienda preguntando por un disco, un cover de My Bonnie interpretado por Tony Sheridan en Alemania acompañado por cuatro excéntricos llamados The Beatles. La curiosidad, lo llevó a averiguar más y, acompañado por su amigo James Alistair Taylor, el 9 de noviembre de 1961 al mediodía, se escapó de su negocio para verlos actuar en un show.
"Quedé inmediatamente conmocionado por la música, el ritmo y el sentido del humor que desplegaban en el escenario. Luego, cuando me los presentaron, quedé encantado por su carisma personal. Ese fue el comienzo de todo."
— ¿Qué trae al señor Epstein por aquí -- preguntó George.
La verdad es que no tenía idea y, durante las siguientes semanas, asistió regularmente a todos y cada uno de los shows.
Mientras tanto, Epstein averiguaba cuales eran los lazos comerciales que unían al grupo y descubrió que no había ninguno. Aunque no tenía la menor experiencia, el 10 de diciembre, les propuso manejarlos, transformarse en su representante. Ellos dudaron pero, como no tenían nada que perder, el 24 de enero de 1962, firmaron un primer primer contrato por cinco años; curiosamente, McCartney y Harrison no pudieron hacerlo porque eran menores de edad.
Epstein recibiría el 25% de los ingresos brutos pero sólo en el momento que que estos fueran "suficientes". En algún momento, cuando discutían estas cuestiones, les ofreció pagarles semanalmente en lugar de ir a porcentaje. Cada uno, recibiría 50 libras por semana por el resto de su vida. Era una oferta tentadora pero no la aceptaron.
Su primera orden fue cambiar la apariencia. Debían abandonar los bluejeans y las chaquetas de cuero, basta de peinados desaliñados, era hora de cambiar por algo más profesional. Nada de insultar al público o decir groserías; prohibido comer o fumar en el escenario: trajes, corte de cabello, disciplina ... ¡Ah!, y hay que inclinarse a saludar al final de cada canción.
Dicen que John y George se resistieron un poco pero Paul estaba encantado con la idea.
Se le estaban acabando los contactos y una de sus últimas oportunidades era el gerente de marketing de EMI, Ron White, a quien no logró interesar del todo pero, por lo menos, no lo rechazó de plano. Quienes lo hicieron fueron todos los productores de EMI. Ninguno quiso participar en una grabación de prueba.
En febrero de 1962, alguien le sugirió que se contactara con George Martin, un productor de Parlophone, una subsidiaria de la EMI. Este aceptó y en mayo, tuvieron una audición en los estudios de Abbey Road.
— Son bastante buenos -- dijo.
Muchos años después, Martin confesaría que una de las razones de haber aceptado contratarlos había sido el entusiasmo de Epstein, pensaba que eran una promesa pero no estaba muy convencido de su talento.
— Brian estaba seguro que serían mundiamente famosos.
Luego de realizar Love me do, Epstein y The Beatles firmaron lo que sería el contrato definitivo. EMI les pagarían un centavo por cada disco vendido en Inglaterra y un poco menos por ventas en otros paises.
Cilla Black
Si bien las tensiones jamás habían llegado a ser graves, esas contradicciones se hicieron más evidentes a partir del momento en que el grupo decidió abandonar las giras y no actuar en vivo. El 20 de agosto de 1966 dieron su último concierto y comenzó una nueva etapa. Habían dejado de ser niños jugando a ser estrellas de rock and roll y ya no necesitaban un padre tan severo como Brian. Un padre que tenía un problema personal que sólo puede ser evaluado correctamente si entendemos que son los años '60: mucha liberación, mucha revolución y mucho romper barreras pero, no todas.
Si alguien no entiende bien por qué este era un tema tan serio, basta decir que, en Inglaterra, las relaciones homosexuales fueron consideradas un delito hasta septiembre de 1967 y eran penadas con la cárcel.
Brian Epstein nunca se enteró, murió un mes antes, el 27 de agosto de 1967 por una sobredosis de alcohol y Carbitral. En esos días, los Beatles estaban en Bangor, India y no asistieron al funeral.
Después de él, todo fue un poco caótico. Robert Stigwood tomó el control de la organización NEMS y se consideró a si mismo como el sucesor natural pero el grupo lo rechazó.
Según George Martin, McCartney intentó tomar las riendas o, por lo menos, mantener unido al grupo pero no tuvo demasiado éxito. A esto, se le sumó el primer fracaso comercial, la película de TV Magical Mystery Tour.
Buen tema.
"El Príncipe del Pop" fue indudablemente una pieza clave en el desarrollo de The Beatles.
Me agrada esta frase que dijo en una entrevista cuando los vió en The Cavern en Liverpool: "The Beatles era un grupo desaliñado, con un escenario improvisado y mal iluminado, pero con una música vibrante".