Un duro despertar...

Johnny Cash - Hurt

“Aguanta un poco más… solo un día más…”

Apenas alcanzo a distinguir a lo lejos la delgada silueta de una pálida luz de tenues rasgos amarillentos… impertinente!!! Te filtras por mis pupilas, esta mañana me pesa tanto la vida, los cinco minutos que me tomo para terminar de convencerme que estoy despierto, no son suficientes, pues la realidad es tan áspera que me cuesta digerirla, aun me siento pesado, embriagado, extasiado de pasión y totalmente mordido por aquella mujer imaginaria que acabo de poseer… pero solo en mi sueños. Abrazo al absurdo cúmulo de formas que componen mi almohada, esperando de ella alguna respuesta, alguna palabra de motivación, propia de los mas sonados libros de autoayuda, mas no recibo nada a cambio, solo silencio, un inmutable silencio que me desespera, me ahoga… me aprieta el pecho, es en ese momento que me doy cuenta de lo que realmente me motiva a levantarme, y esta es la necesidad de huir de aquel silencio, de aquel frío penetrante, de aquella angustiante ausencia, que todo lo mata… que me esta matando y si no me pongo de pie, me matará.

Volver a pararme por mi propia cuenta, es ahora una tarea tan humillante, mi pierna mala es una suerte de circo de los horrores, por un breve espacio de tiempo acaricio gentilmente mis cicatrices y por un momento en mi mente las borro, las oculto… las ubico en mi alma y con algo de imaginación las arranco de mi, todo es perfecto hasta que abro mis ojos y me doy cuenta de que aun siguen ahí formando los cauces de un irregular río que adorna grotescamente mi pierna… debo esperar unos dolorosos segundos hasta que los clavos que mantienen unida mi pierna, se acomoden, se afirmen, se animen a soportar mi peso, doy unos cuantos pasos, absurdo, torpe, casi infantil… y afirmándome únicamente en mi obstinidad por volver a ser el mismo de antes, pero el dolor me derrota ampliamente y tengo que asirme de sillas y mesas, en contados minutos debo rebuscar en mi memoria y apresuradamente dedo aprender nuevamente a caminar… me baño, me visto, salgo a la calle, vivo!!! ¿Vivo? No… solo me engaño, solo pretendo que vivo porque siento el aire llenando mis pulmones, creo que vivo porque una brizna volátil desordena mi cabello, intuyo que vivo porque siento el torpe tic, tac, tic, tac, de un viejo reloj que se agita dentro de mi, apoyo la mano en mi pecho y susurrando dulcemente me digo… “aguanta un poco mas… solo un día mas…”

Francisco Tama G.