Luego de que las puertas del SUM se cerraron para el conteo de votos, me invadió una enorme preocupación. Y es que adentro solamente se encontraba Paúl Ruiz, quien representaba a nuestro movimiento en la mesa de la directiva. Yo me encontraba sentados en las escaleras al pie del SUM junto a Leonardo Cerezo, el Consejero Estudiantil; compartíamos anécdotas, estuvimos conversando de política universitaria, de mis compañeros, del ambiente que se había vivido antes de las elecciones, etc. De pronto veo que Alejandro Fierro se dirige corriendo hacia el SUM, pues había conseguido al fin, el carnet que lo acreditaba veedor del proceso electoral, y efectivamente entró al conteo de votos a las 18h05.
La mayoría del grupo naranja estaban sentados en las bancas, en las escaleras, otros preferían estar de pie, otros haciendo bromas, para de una u otra manera tratar de calmar los ánimos. Pero yo, seguía en el balcón a la espera de los resultados.
Eran las 19h00, había transcurrido una hora exactamente. Con Andrés Peñafiel rezamos un denario, el se sacó su rosario de pepitas de tagüa, mientras yo me quité el rosario rojo hecho con nudos, que suelo tener siempre en mi pecho para protección y como escudo. Rezamos con tanta fe, que por un momento ninguno de los dos escuchaba a la multitud murmurar o conversar. Nos dimos un fuerte abrazo, y simplemente nos encomendamos a Dios.
19h30, los chicos de Independientes ocuparon aquel balcón donde había estado presente minutos antes, sin embargo, todos nos pusimos de pie y miramos directo hacia las puertas del SUM, pero nada que se abrían. De pronto, se abren las puertas, una profesora de Pedagogía bajaba tranquilamente, nos hizo ilusionar por un momento.
Diez minutos después, baja la delegación de Psicología. Los dos estudiantes delegados de mesa y un profesor de dicha carrera, nos dieron una pista de lo que estaba ocurriendo adentro. Uno de los delegados murmuró entre sus compañeros que el asunto en Comunicación estaba 'piteado'.
Sin embargo, nosotros seguíamos con la frente en alto. La intriga era cada vez más fuerte. Poco a poco los Independientes se iban retirando de la facultad. Había otro grupo que guardaban la esperanza y se quedaron en el césped, esperando alguna buena noticia. Otros ya desilucionados, se ubicaron a la entrada de la Facultad, como que sabían lo que iba a ocurrir.
De pronto, veo mi celular, eran las 20h00, y nada. Cinco minutos después, se abren las puertas del SUM, lo veo a Paúl salir primero, pero no decía nada. Bajó un par de escalones y abrió los brazos y gritó: ¡Eeehhhh Ganamos!... Y la efusión fue descontrolada.
Gritos, llantos, cánticos de barra, abrazos, fotos, lágrimas fueron los ingredientes principales que no faltaron aquel día histórico en donde luego de 7 años, derrotamos a un grande, a una máquina política, llamada Independientes. Pero Integración ganaba por primera vez la Asociación de estudiantes de Comunicación con 40 votos arriba que su contrincante, algo nada previsto y con un pronóstico totalmente reservado.
Los abrazos no se hicieron esperar, me subí al 'balcón presidencial' a gritar, mis lágrimas salían descontroladamente, mi voz se iba apagando de a poco de tanto agradecer y llorar. Se había hecho justicia. Habíamos ganado merecidamente, porque desde un principio todo lo ganamos. Ganamos la credibilidad y confianza de las personas que nos dieron el voto, ganamos la simpatía de muchas personas en tan solo cuatro meses de campaña, ganamos el respaldo y apoyo de personas que también están incluídas en esta página de la historia, ganamos el respeto y estima de la mayoría de los estudiantes, dos días antes habíamos ganado el debate, y dos días después ganamos en las urnas.
Ese día viernes 22 de enero, nunca se borrará de la memoria de cada persona que participó y fué testigo de todo el proceso de campaña y de elecciones, ese día quedará impregnado en los corazones de los 166 votantes que apostaron al cambio y creyeron en nosotros. Las lágrimas de amargura e impotencia que derramamos dos días antes de las elecciones fueron recompensadas con lágrimas de alegría, de satisfacción de haber conseguido un triunfo bien merecido y bien ganado.
Me parece algo sumamente interesante , pienso q debemos comenzar a crear canciones de nuestra agrupacion